Visitar Santa Pau, pueblo medieval entre volcanes
Rutas de senderismo volcánicas
Desde Santa Pau se pueden realizar diversas rutas de senderismo, aptas para todos los niveles, así como paseos en bicicleta que permiten conocer los rincones más emblemáticos del Parque Natural. A nosotros, hay tres que nos gustan especialmente y que no nos cansamos de recomendar . ¡Apunta!
Ruta de Sant Julià del Mont
Si te gusta la naturaleza y la historia, esta ruta te va a encantar. Es una ruta circular de unos 7 km que empieza y acaba en el pueblo de Begudà. El punto más alto es la ermita de Sant Julià del Mont, una joya del románico que data del siglo XII. Desde allí podrás ver todo el valle de Begudà, con sus campos, sus masías y sus volcanes. La ruta también te llevará por el volcán del Racó, el más pequeño de la zona, y por el hayedo de la Fageda d’en Jordà, un bosque mágico que parece sacado de un cuento. Es una ruta fácil, apta para toda la familia, que se puede hacer en unas 2 horas. No te olvides de llevar agua, calzado cómodo y cámara de fotos, porque vas a conseguir unas instantáneas preciosas.
Ruta del volcán del Crosca
¿Te imaginas pasear por dentro de un volcán? Pues esta ruta te da la oportunidad de hacerlo. Es una ruta de unos 5 km que te lleva al interior del volcán del Croscat, el más joven y el más alto de la península ibérica, con 160 metros de altura. El volcán tiene una gran cicatriz en su lado norte, donde se puede ver su estructura interna, formada por capas de lava y ceniza. Es una experiencia única que te hará sentir como un explorador. La ruta también te ofrece unas vistas increíbles desde el mirador de la Font de Clavell, donde podrás ver el cráter del volcán y el paisaje volcánico de la Garrotxa. Es una ruta moderada, que se puede hacer en unas 2 horas. Te recomendamos que lleves agua, gorra, protector solar y prismáticos.
Ruta de Sant Abdó y Sant Senén
Esta ruta es una de las más completas y variadas de la zona. Es una ruta de unos 9 km que recorre el valle de Santa Pau, donde podrás ver dos de los volcanes más emblemáticos de la comarca: el de Santa Margarida y el de Sant Abdó i Sant Senén. El primero tiene en su cráter una ermita dedicada a Santa Margarida, que se puede visitar. El segundo tiene junto a él los restos de una antigua iglesia románica catalana, que se conserva desde el siglo XII. La ruta también te ofrece unas panorámicas espectaculares desde el collado de Bas, donde podrás ver los Pirineos y el mar Mediterráneo. Es una ruta difícil, que se puede hacer en unas 4 horas. Así que si eres un aventurero experimentador, ¡te va a encantar!
Lugares de interés al visitar Santa Pau
Además de las rutas de senderismo, no puedes visitar Santa Pau sin detenerte a contemplar sus otros atractivos. ¡Aquí van nuestros favoritos!
El castillo de Santa Pau
Es el edificio más emblemático de la villa, construido entre los siglos XIII y XIV sobre una antigua fortaleza. El castillo se compone de un recinto amurallado, una torre de homenaje, una capilla y un patio de armas, que pueden visitarse con reserva previa. Este edificio, antigua residencia de los barones de Santa Pau, una poderosa familia feudal que dominaba la zona, se sitúa en el punto más alto del pueblo, junto a la iglesia, y tiene una planta rectangular con un patio interior y una característica torre cuadrada. Testimonio de la importancia política y militar del pueblo, hoy en día alberga el centro de interpretación del Parque Natural, donde se puede obtener información sobre la historia, la geología y la biodiversidad de la zona.
La plaza Mayor
Es el centro neurálgico de la villa, rodeada de casas porticadas de estilo gótico y renacentista. Espacio ideal para pasear y relajarse tomando algo en sus terrazas, la plaza Mayor se convierte en una de las zonas más emblemáticas del pueblo, con una dinámica vida popular, y en la que se celebran numerosos mercados y ferias medievales. Entre los más destacados eventos que acoge a lo largo del año, no puedes perderte la feria de los fesols, el mercado medieval y el belén viviente.
Es una plaza irregular y porticada, con arcos de diferentes tamaños y formas. En uno de sus lados se encuentra la iglesia de Santa María, de estilo gótico y barroco, con un imponente campanario En la plaza principal de Santa Pau se encuentra el ayuntamiento, el antiguo hospital y la iglesia de Santa María, de origen románico.
El puente románico
El puente románico de Santa Pau es una obra de arte que se remonta al siglo XIII. Cruza el río Ser, une las dos partes de la villa medieval de Santa Pau y es característico por tener siete arcos. Este puente es un claro ejemplo de la arquitectura románica catalana, caracterizada por su sencillez, solidez y armonía. Tiene un solo arco de medio punto, con una luz de 15 metros y una altura de 9 metros. Su anchura es de 3,5 metros y su longitud de 22 metros. Su aspecto actual se debe a una restauración realizada en el siglo XVIII, que respetó su estilo original.
El puente románico de Santa Pau es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza, el paisaje y la cultura. Desde el puente se puede contemplar el valle del Ser, con sus campos verdes y sus volcanes dormidos. También se puede acceder al casco antiguo de Santa Pau, donde se puede admirar su plaza mayor porticada, su castillo, su iglesia y sus casas señoriales. Son unas vistas espectaculares.
Gastronomía típica de Santa Pau
No puedes visitar Santa Pau sin probar su gastronomía típica, basada en los productos de la tierra volcánica. El plato estrella son los fesols de Santa Pau, unas alubias pequeñas y tiernas que cuentan con Denominación de Origen Protegida. Los fesols se pueden degustar solos, con butifarra, con bacalao o con otras carnes.
Otros productos locales son el fajol, una harina de maíz que se usa para hacer tortas o gachas, el queso y el yogur de leche de vaca, la miel y las setas. También se elaboran embutidos, como la bull o la secallona, una auténtica delicia para los amantes de lo salado que no querrás acompañar, si quiera, con el pa amb tomàquet. Por supuesto, no podemos terminar esta lista sin mencionar los dulces de Santa Pau, como los carquinyolis crujientes para los fans de las almendras y los tiernos panellets.
Santa Pau es un lugar ideal para disfrutar de la buena mesa y de la tradición culinaria de la Garrotxa. Un destino de diez, perfecta combinación de tradición, naturaleza, gastronomía e historias fascinantes. ¿Te animas a visitarlo el próximo fin de semana?