El utrículo es una parte de la ubre de las hembras de los mamíferos que produce y almacena la leche que alimenta a sus crías. El utrículo está formado por un tejido glandular que secreta la leche y un tejido conectivo que lo rodea y lo sostiene. El utrículo se comunica con el exterior a través de un conducto llamado canal galactóforo, que desemboca en el pezón.
El utrículo tiene la función de sintetizar, almacenar y expulsar la leche, que es un alimento completo, rico en nutrientes, anticuerpos y hormonas. La leche materna favorece el crecimiento, el desarrollo y la salud de las crías, y refuerza el vínculo afectivo entre la madre y el hijo.
El utrículo también tiene un gran interés económico, ya que de él se obtiene la leche que consume el ser humano y que se utiliza para elaborar productos lácteos, como queso, yogur, mantequilla o helado. El utrículo de los animales domésticos, como vacas, cabras, ovejas o búfalas, se ordeña de forma manual o mecánica, mediante un sistema de succión que extrae la leche y la almacena en un recipiente.
¿Qué factores influyen en la producción y la calidad de la leche?
La producción y la calidad de la leche dependen de varios factores, como:
- La genética del animal, que determina la capacidad y el potencial productivo de la ubre y el utrículo.
- La alimentación del animal, que debe ser equilibrada, suficiente y adecuada al tipo y al estado de producción del animal.
- La salud del animal, que debe estar libre de enfermedades, parásitos y estrés, que pueden afectar negativamente a la producción y la calidad de la leche.
- El manejo del animal, que debe garantizar el bienestar, la higiene y la comodidad del animal, así como un ordeño regular, limpio y eficiente.
- El medio ambiente, que debe ofrecer unas condiciones óptimas de temperatura, humedad, ventilación e iluminación, que favorezcan la producción y la calidad de la leche.
La producción y la calidad de la leche se pueden medir mediante diferentes parámetros, como el volumen, la composición, el contenido en grasa, proteína, lactosa, sólidos totales, cenizas, minerales, vitaminas, enzimas, hormonas, anticuerpos, células somáticas, bacterias y otros microorganismos. Estos parámetros se pueden analizar mediante diferentes métodos, como el lactómetro, el butirómetro, el crioscopio, el espectrofotómetro, el contador de células somáticas, el contador de bacterias o el cultivo microbiológico.
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