El ungüento es una preparación farmacéutica que se aplica sobre la piel o las mucosas, con fines terapéuticos, cosméticos o protectores. El ungüento se compone de una base grasa, que puede ser de origen animal, vegetal o mineral, y de uno o varios principios activos, que pueden ser de origen natural o sintético. El ungüento tiene una consistencia sólida o semisólida, y se funde al entrar en contacto con el calor del cuerpo.
El ungüento tiene varias propiedades, según el tipo de base y el principio activo que contenga. Algunas de estas propiedades son:
- Emoliente: suaviza, hidrata y nutre la piel.
- Cicatrizante: favorece la regeneración de los tejidos y la curación de las heridas.
- Antiinflamatorio: reduce la inflamación y el dolor de los tejidos afectados.
- Antiséptico: previene o combate las infecciones causadas por microorganismos.
- Anestésico: produce una pérdida temporal de la sensibilidad en la zona tratada.
- Antipruriginoso: alivia el picor o la comezón de la piel.
¿Cómo se usa el ungüento y qué precauciones se deben tener?
El ungüento se usa de forma tópica, es decir, se aplica directamente sobre la zona afectada o la zona que se quiere tratar. Para usar el ungüento, se debe seguir los siguientes pasos:
- Limpiar y secar la zona a tratar, y lavarse las manos antes y después de la aplicación.
- Tomar una pequeña cantidad de ungüento con el dedo o con una espátula, y extenderla sobre la piel con un suave masaje, hasta que se absorba.
- Cubrir la zona con una gasa, un vendaje o un apósito, si es necesario, para protegerla y evitar que se ensucie o se irrite.
- Repetir la aplicación según la indicación del médico o del fabricante, pero sin exceder la dosis ni la duración del tratamiento.
Para usar el ungüento, se debe tener en cuenta algunas precauciones y contraindicaciones, como:
- No usar el ungüento si se tiene alergia o hipersensibilidad a la base o al principio activo, o si se tiene alguna herida abierta, infectada o sangrante.
- No usar el ungüento en zonas sensibles, como los ojos, la boca, la nariz, los genitales o el ano, salvo que sea específico para ello.
- No usar el ungüento junto con otros productos tópicos, como cremas, lociones, geles o polvos, ya que pueden interferir con su acción o causar irritación.
- No usar el ungüento en niños menores de dos años, mujeres embarazadas o lactantes, o personas con enfermedades crónicas, sin consultar al médico.
- No usar el ungüento después de la fecha de caducidad, o si presenta cambios de color, olor o textura.
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