Pueblos con encanto cerca de Barcelona
Barcelona es una provincia que ofrece muchas posibilidades de ocio, cultura y gastronomía, pero también es una provincia que alberga algunos de los pueblos más bonitos y con más encanto de España. Desde la costa mediterránea hasta el interior montañoso, pasando por el Parque Natural del Cadí-Moixeró o el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, estos son algunos de los pueblos que merecen una visita si quieres descubrir el lado más rural y auténtico de Barcelona.
Sitges
Sitges es uno de los estandartes del litoral catalán. Sin duda es una de las localidades más reconocibles del litoral catalán, y con una gran afluencia de visitantes. Destacan sus playas, su bella iglesia con grandes vistas y, por supuesto, los famosos bares de ambiente y un festival de cine reconocido y seguido en el mundo entero. De visita obligada, especialmente en estos próximos meses, más calurosos. Imprescindible también el Museu del Cau Ferrat, inaugurado en 1893 por Santiago Rusiñol.
Rupit i Pruit
Rupit i Pruit es uno de los pueblos más espectaculares de la provincia, un bellísimo paraje en la comarca del Osona. Muy cerca de la sierra de la Cabrera, es un municipio muy peculiar, al estar dividido en dos núcleos. Ambos son de visita muy recomendable para alejarse del área metropolitana, y además son diferentes entre ellos. Muy recomendable la iglesia, majestuosa desde el exterior. Además su magnífica ubicación, aquí podemos disfrutar las diferentes masías Pruit, diseminadas a lo largo la sierra, mientras que Rupit es claro ejemplo pueblo medieval.
Bagà
Bagà tiene un marcado carácter medieval. Es un pequeño pueblo medieval que se encuentra en la entrada del Parque Natural del Cadí-Moixeró, en la comarca del Berguedà. Una bonita localidad, perfecta para una escapada de un día, debido al entorno natural que le rodea, con rincones por descubrir, como el nacimiento del río Bastareny o la Fageda de Millarés. Frío en invierno y mucho calor en verano. Destaca el puente románico que da entrada al pueblo, pasando por la Iglesia Sant Esteve, de estilo románico y gótico.
Vilanova i La Geltrú
Vilanova i La Geltrú es la capital de la comarca del Garraf. Muy cerca Sitges, ambos municipios tienen puntos en común. Por ejemplo, sus playas tan visitadas en verano y una importante actvidad cultural, que incluye festivales música. Su gran crecimiento demográfico impide por completo distinguir entre los dos núcleos del nombre. Pequeña ciudad del Garraf muy animada.
Talamanca
Talamanca se encuentra en el Parque Natural Sant Llorenç del Munt La Razón Uno los parajes naturales más increíbles la provincia catalana es el Parque Natural Sant Llorenç del Munt i l’Obac, un lugar ideal para realizar actividades en plena naturaleza. En este parque se encuentra Talamanca, un pueblo que conserva su esencia medieval y que cuenta con un rico patrimonio histórico y cultural. Entre sus monumentos destacan la iglesia de Santa María, de estilo románico; el castillo de Talamanca, del siglo XI; y el puente de Can Vidal, que cruza el río Ripoll.
Les Gunyoles
Les Gunyoles es uno de los pueblos más bonitos de Barcelona. Es una pequeña localidad con apenas 300 habitantes que regala un ambiente calmado, ideal para desconectar lejos del bullicio de las grandes ciudades. Rodeado viñedos, podemos encontrar uno los pueblos más bonitos Barcelona. Al menos, para nosotros. Estamos hablando Les Gunyoles, perteneciente al municipio Avinyonet del Penedés. Su casco antiguo está formado por casas señoriales y edificios históricos, como la iglesia de Sant Martí, la casa de Can Rialb o la torre romana.
Mura
Localizado en el Parque Natural Sant Llorenç del Munt i l’Obac, se encuentra otro los pueblos más bonitos de Barcelona, como lo es Mura, una encantadora villa de la Comarca del Bages, perfecta para unas vacaciones o para ir de escapada. Este poblado barcelonés llama la atención por el estupendo estado de conservación de sus casas y callejuelas que te recomendamos tomarte el tiempo de recorrer, para que descubras el encanto que alberga en lugares interesantes como El Puig de la Balma, la Ermita de Sant Antoni y la Iglesia de Sant Martí.