Descubre los encantos de los pueblos medievales en España
España es un país rico en historia, cultura y patrimonio. Entre sus muchos atractivos, destacan los pueblos medievales, que conservan el encanto y la esencia de una época pasada. Estos pueblos nos transportan a un mundo de leyendas, tradiciones y belleza arquitectónica, donde podemos admirar castillos, murallas, iglesias, plazas y casas con solera. En este artículo te presentamos algunos de los mejores pueblos medievales de España, que te harán viajar en el tiempo y disfrutar de una escapada inolvidable.
Pueblos medievales en España
Buitrago de Lozoya (Madrid)
Buitrago de Lozoya es uno de los pueblos medievales más impresionantes de España, situado a los pies de la sierra de Guadarrama. Su origen se remonta al siglo X-XI, cuando fue un enclave estratégico en la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes. De su pasado árabe se conserva el recinto amurallado, que rodea el casco histórico y el río Lozoya. Dentro de las murallas se pueden visitar la iglesia de Santa María del Castillo, el castillo de los Mendoza y el museo Picasso, que alberga una colección de obras del genial artista donadas por su peluquero y amigo Eugenio Arias.
Besalú (Girona)
Besalú es una joya medieval situada en la comarca de la Garrotxa, en Girona. Fue la capital de un condado independiente entre los siglos X y XII, y conserva un magnífico conjunto histórico-artístico declarado Bien de Interés Cultural. Su símbolo más emblemático es el puente románico sobre el río Fluvià, que da acceso al pueblo. Dentro del recinto amurallado se pueden admirar la iglesia de Sant Pere, el monasterio de Sant Julià, el palacio de la Curia Real y el barrio judío, donde se encuentra una de las pocas mikve o baños rituales judíos que se conservan en España.
Pedraza (Segovia)
Pedraza es uno de los pueblos medievales más bonitos y famosos de Castilla y León, situado en la provincia de Segovia. Fue repoblado entre los siglos X y XI, tras la reconquista cristiana, y alcanzó su esplendor en la Edad Media como villa señorial. Su casco histórico está rodeado por una muralla del siglo XIII, que se puede recorrer por el adarve. Dentro del recinto se pueden ver la plaza Mayor porticada, la iglesia de San Juan Bautista, el castillo de los Velasco y las cárceles medievales. Pedraza es también famosa por su gastronomía, especialmente por el cordero asado al horno de leña.
Castro Caldelas (Ourense)
Castro Caldelas es la capital de la comarca de Terra Caldelas, en Ourense. Es un pueblo medieval con un impresionante castillo del siglo XVI que domina el casco histórico. El castillo está rodeado por una muralla con torres y puertas defensivas, y alberga un museo etnográfico y una sala de exposiciones sobre la arquitectura tradicional de la Ribeira Sacra gallega. El pueblo también cuenta con una iglesia románica del siglo XII dedicada a Santa María, y con un conjunto de casas encaladas con galerías y corredores abovedados.
Albarracín (Teruel)
Es uno de los pueblos más bonitos de España, declarado Monumento Nacional y candidato a Patrimonio de la Humanidad. Su casco histórico está rodeado por una muralla árabe del siglo X, que se adapta al relieve rocoso del cerro sobre el que se asienta el pueblo. Dentro de la muralla se pueden ver la catedral del siglo XVI, el palacio episcopal, la casa de la Julianeta y el castillo de los Azagra.
Aínsa (Huesca)
Es la capital histórica del Sobrarbe, una comarca situada en el Pirineo aragonés. Fue un importante centro político y militar en la Edad Media, y conserva un conjunto monumental declarado Conjunto Histórico-Artístico. Su plaza Mayor porticada es el corazón del pueblo, donde se encuentran la iglesia románica de Santa María, el ayuntamiento renacentista y la torre de la cárcel. El pueblo está dominado por el castillo de los condes de Sobrarbe, que alberga un museo y un centro de interpretación.
Olite (Navarra)
Es una villa medieval que fue sede real de los reyes de Navarra en los siglos XIII y XIV. Su principal atractivo es el palacio real, considerado uno de los mejores ejemplos del gótico civil en Europa. El palacio está formado por dos partes: el palacio viejo, que es la residencia original de los reyes, y el palacio nuevo, que es una ampliación realizada por Carlos III el Noble en el siglo XV. El palacio nuevo destaca por sus torres almenadas, sus galerías acristaladas y sus jardines colgantes.
Ronda (Málaga)
Es una ciudad monumental situada sobre un impresionante tajo que separa la ciudad antigua de la nueva. La ciudad antigua conserva su trazado medieval, con calles estrechas y empedradas, casas señoriales y monumentos como la iglesia de Santa María la Mayor, el palacio de Mondragón o la casa del Rey Moro. La ciudad nueva se desarrolló a partir del siglo XVIII, y cuenta con edificios como el teatro Cervantes, el casino o la plaza de toros. Ambas partes de la ciudad están unidas por el puente Nuevo, una obra maestra de la ingeniería del siglo XVIII que salva el abismo de más de 100 metros.
Ventajas visitar pueblos medievales
Visitar pueblos medievales tiene muchas ventajas, tanto culturales como personales. Algunas de ellas son:
Conocer la historia y el patrimonio de España
Los pueblos medievales son testimonios vivos de la época que abarca desde el siglo V al XV, cuando se produjeron importantes cambios políticos, sociales, económicos y culturales en la península ibérica. En estos pueblos se pueden apreciar las huellas de las diferentes civilizaciones que convivieron o se enfrentaron en este período, como los romanos, los visigodos, los musulmanes, los judíos o los cristianos. También se pueden admirar las obras arquitectónicas, artísticas y religiosas que se realizaron en los estilos románico, gótico o mudéjar.
Disfrutar de la naturaleza y el paisaje
Los pueblos medievales suelen estar situados en entornos naturales privilegiados, rodeados de montañas, ríos, bosques o mar. Estos lugares ofrecen la posibilidad de practicar actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo, kayak o escalada. Además, los pueblos medievales tienen un encanto especial por su armonía con el paisaje, su trazado irregular y sus casas de piedra, madera o adobe.
Degustar la gastronomía local
Los pueblos medievales son también una oportunidad para probar la gastronomía típica de cada zona, basada en los productos locales y las recetas tradicionales. Algunos ejemplos son el cordero asado de Pedraza, el pulpo a feira de Castro Caldelas, el queso de cabrales de Albarracín o el marisco de Tazones. Además, se pueden visitar bodegas, queserías o mercados para conocer el origen y la elaboración de estos alimentos.
Relajarse y desconectar del estrés
Visitar pueblos medievales es también una forma de relajarse y desconectar del estrés de la vida cotidiana. Estos pueblos suelen tener un ambiente tranquilo y acogedor, donde se respira paz y se puede disfrutar del silencio y el tiempo. Además, se puede entrar en contacto con la gente local, que suele ser amable y hospitalaria, y compartir sus costumbres y su forma de vida.