Hierbas aromáticas: cómo cultivarlas
Las hierbas aromáticas son plantas que tienen propiedades medicinales, culinarias o aromáticas. Son muy útiles para dar sabor a los platos, preparar infusiones o ambientar el hogar. Además, son fáciles de cultivar en casa, ya que no requieren mucho espacio ni cuidados especiales.
Si tienes un patio trasero y quieres aprovecharlo para crear tu propio jardín de hierbas aromáticas, te damos algunos consejos para que lo logres con éxito.
Hierbas aromáticas populares
Existen muchas variedades de hierbas aromáticas que puedes cultivar en tu patio trasero. Algunas de las más populares son:
- Albahaca: Es una planta anual que se adapta bien al clima cálido y húmedo. Tiene hojas verdes y aromáticas que se usan para preparar pesto, salsas o ensaladas. Necesita sol directo y riegos frecuentes.
- Romero: Es una planta perenne que resiste el frío y la sequía. Tiene hojas verdes y pequeñas flores azules o blancas que desprenden un intenso aroma. Se usa para condimentar carnes, pescados o sopas. Necesita sol directo y riegos moderados.
- Menta: Es una planta perenne que se propaga rápidamente por medio de estolones. Tiene hojas verdes y dentadas que se usan para hacer infusiones, cócteles o postres. Necesita sol parcial y riegos abundantes.
- Lavanda: Es una planta perenne que forma matas de hojas grises y espigas de flores moradas o blancas que atraen a las abejas. Tiene un aroma dulce y relajante que se usa para hacer aceites esenciales, jabones o saquitos aromáticos. Necesita sol directo y riegos escasos.
- Orégano: Es una planta perenne que crece en forma de arbusto bajo. Tiene hojas verdes y pequeñas flores rosadas o blancas que se usan para dar sabor a pizzas, pastas o ensaladas. Necesita sol directo y riegos moderados.
Estas son solo algunas opciones, pero puedes elegir otras hierbas que te gusten o necesites según tus preferencias o necesidades.
Prepara el suelo y el espacio adecuados para las hierbas aromáticas
Para cultivar hierbas aromáticas en tu patio trasero, necesitas preparar el suelo y el espacio adecuados. Puedes seguir estos pasos:
- Limpia el terreno: Retira las malas hierbas, las piedras y los restos de plantas que puedan interferir con el crecimiento de las hierbas aromáticas.
- Mejora el drenaje: Las hierbas aromáticas no toleran el encharcamiento, por lo que necesitan un suelo que drene bien el agua. Puedes mezclar el suelo con arena o perlita para hacerlo más poroso y suelto.
- Aporta nutrientes: Las hierbas aromáticas necesitan un suelo fértil y rico en materia orgánica para desarrollarse bien. Puedes añadir compost, humus de lombriz o estiércol al suelo para mejorar su calidad.
- Delimita el espacio: Puedes usar bordillos, piedras o madera para delimitar el espacio donde vas a plantar las hierbas aromáticas. Así evitarás que se mezclen con otras plantas o se expandan demasiado.
- Elige la ubicación: Las hierbas aromáticas necesitan recibir al menos 6 horas de sol al día para crecer sanas y fuertes. Elige una zona del patio trasero que tenga buena exposición solar y protección del viento.
Planta las hierbas según sus necesidades
Una vez que tengas el suelo y el espacio preparados, puedes plantar las hierbas aromáticas según sus necesidades. Puedes seguir estos consejos:
- Respeta las distancias: Cada hierba aromática necesita un espacio suficiente para crecer sin competir con las demás. Respeta las distancias que recomienda el vivero o el envase de las semillas o plantas que compres.
- Planta por tamaños: Coloca las hierbas más altas en la parte trasera del espacio y las más bajas en la parte delantera. Así evitarás que unas tapen a otras y todas reciban la luz que necesitan.
- Agrupa por riegos: Agrupa las hierbas que tienen necesidades similares de riego. Así facilitarás el riego y evitarás que unas se sequen o se ahoguen.
- Riega con cuidado: Riega las hierbas aromáticas con cuidado, sin mojar las hojas ni las flores. Usa una regadera o una manguera con difusor para aplicar el agua de forma suave y uniforme. Riega solo cuando el suelo esté seco al tacto, sin dejarlo ni demasiado húmedo ni demasiado seco.
Cuida y cosecha tus hierbas aromáticas
Para disfrutar de tus hierbas aromáticas, debes cuidarlas y cosecharlas adecuadamente. Puedes seguir estos consejos:
- Abona con moderación: Las hierbas aromáticas no necesitan mucho abono, ya que pueden perder su aroma o sabor si reciben demasiados nutrientes. Abona solo una o dos veces al año con un abono orgánico de liberación lenta.
- Poda con regularidad: Poda las hierbas aromáticas con regularidad para mantener su forma, eliminar las partes secas o enfermas y favorecer su crecimiento y floración. Usa unas tijeras o unas podadoras limpias y afiladas para hacer los cortes.
- Controla las plagas y enfermedades: Las hierbas aromáticas son resistentes a las plagas y enfermedades, pero pueden verse afectadas por algunos insectos o hongos. Controla su aparición y usa remedios ecológicos para combatirlos, como el jabón potásico, el aceite de neem o la cola de caballo.
- Cosecha con cuidado: Cosecha las hierbas aromáticas con cuidado, sin arrancarlas ni dañarlas. Corta solo las hojas o las flores que vayas a usar, preferiblemente por la mañana, cuando tienen más aroma y sabor. Usa unas tijeras o unas podadoras limpias y afiladas para hacer los cortes.
Disfruta de tus hierbas aromáticas
Ya tienes tu jardín de hierbas aromáticas en tu patio trasero. Ahora solo te queda disfrutar de sus beneficios y usos. Puedes hacer lo siguiente:
- Usa tus hierbas en la cocina: Usa tus hierbas aromáticas para dar sabor a tus platos favoritos. Puedes usarlas frescas o secas, enteras o picadas, solas o combinadas. Por ejemplo, puedes hacer un pesto con albahaca, piñones, queso parmesano y aceite de oliva; una salsa de yogur con menta, limón y sal; o una vinagreta con orégano, vinagre, aceite y sal.
- Prepara infusiones con tus hierbas: Prepara infusiones con tus hierbas aromáticas para aprovechar sus propiedades medicinales. Puedes usarlas solas o mezcladas, según el efecto que busques. Por ejemplo, puedes hacer una infusión de lavanda para relajarte, una de romero para estimular la memoria o una de menta para mejorar la digestión.
- Haz productos caseros con tus hierbas: Haz productos caseros con tus hierbas aromáticas para ambientar tu hogar o cuidar tu cuerpo. Puedes hacer aceites esenciales, jabones, velas, saquitos aromáticos o cremas. Por ejemplo, puedes hacer un aceite esencial de lavanda mezclando flores secas de lavanda con aceite de almendras y dejándolo macerar durante unas semanas; un jabón de romero rallando un jabón neutro y añadiendo hojas secas de romero y agua; o una vela de menta derritiendo cera de abeja y añadiendo hojas secas de menta y una mecha.
¿Qué otras hierbas aromáticas puedo cultivar?
Hay muchas otras hierbas aromáticas que puedes cultivar en tu patio trasero, dependiendo de tus gustos y necesidades. Algunas de ellas son:
- Tomillo: Es una planta perenne que forma matas de hojas pequeñas y flores rosadas o blancas. Tiene un aroma intenso y se usa para condimentar carnes, sopas o guisos. Necesita sol directo y riegos escasos.
- Cilantro: Es una planta anual que tiene hojas verdes y divididas y flores blancas o rosadas. Tiene un sabor fresco y se usa para preparar salsas, ensaladas o platos orientales. Necesita sol parcial y riegos frecuentes.
- Salvia: Es una planta perenne que tiene hojas verdes o plateadas y flores azules o moradas. Tiene un aroma fuerte y se usa para aromatizar quesos, carnes o infusiones. Necesita sol directo y riegos moderados.
- Perejil: Es una planta bienal que tiene hojas verdes y rizadas o lisas y flores amarillas. Tiene un sabor suave y se usa para decorar o dar sabor a platos variados. Necesita sol parcial y riegos regulares.
- Melisa: Es una planta perenne que tiene hojas verdes y dentadas y flores blancas o rosadas. Tiene un aroma a limón y se usa para hacer infusiones, postres o licores. Necesita sol parcial y riegos abundantes.
Estas son solo algunas sugerencias, pero puedes investigar otras hierbas aromáticas que te interesen o te resulten útiles.