Cómo crear un huerto urbano sostenible
¿Quieres crear un huerto urbano sostenible? Ya sea en balcones, terrazas, patios, azoteas o incluso en el interior de las viviendas, los huertos urbanos tienen múltiples beneficios, tanto para las personas como para el planeta. Entre ellos, destacamos:
- Mejoran la calidad del aire, al reducir la contaminación y generar oxígeno.
- Favorecen la biodiversidad, al atraer a insectos polinizadores y otras especies beneficiosas.
- Fomentan la alimentación saludable, al proporcionar productos frescos, ecológicos y de temporada.
- Ahorran dinero, al evitar el gasto en comprar alimentos procesados o importados.
- Educan en valores, al enseñar el respeto por la naturaleza, el cuidado de los recursos y el reciclaje.
- Relajan y divierten, al ofrecer una actividad lúdica, creativa y terapéutica.
Para crear un huerto urbano sostenible, es decir, que tenga un bajo impacto ambiental y un alto rendimiento, se deben seguir una serie de consejos y pautas. A continuación, ¡te los contamos!
Elige el lugar adecuado
Lo primero que debes hacer es elegir el lugar donde vas a instalar tu huerto urbano. Debes tener en cuenta el espacio disponible, la orientación, la iluminación y la ventilación. Lo ideal es que el huerto reciba al menos 5 horas de sol directo al día, que tenga una buena circulación de aire y que esté protegido de las heladas, el viento y las lluvias fuertes. También debes considerar el acceso al agua y a la electricidad, si los necesitas.
Puedes elegir entre diferentes tipos de recipientes para alojar tus plantas, como macetas, mesas de cultivo, jardineras, cajones, botellas, latas o pallets. Lo importante es que tengan un buen drenaje, que sean lo suficientemente grandes para las raíces y que estén hechos de materiales reciclados o biodegradables.
Prepara el sustrato y el abono
El sustrato es el medio donde se desarrollan las plantas, y debe ser ligero, esponjoso, rico en nutrientes y con un buen equilibrio de humedad. Puedes comprar sustrato ecológico o prepararlo tú mismo, mezclando tierra, arena, compost y perlita. El compost es el abono orgánico que se obtiene de la descomposición de los residuos vegetales, y es una fuente de materia orgánica y de microorganismos beneficiosos para el suelo. Puedes hacer tu propio compost en casa, utilizando una compostera o un vermicompostador, y aprovechando los restos de cocina, de jardín y de papel.
Elige las plantas adecuadas
El siguiente paso es elegir las plantas que vas a cultivar en tu huerto urbano. Debes tener en cuenta la época del año, el clima, el espacio y el cuidado que requieren. Lo más recomendable es optar por plantas autóctonas, adaptadas al medio y resistentes a las plagas y enfermedades. También puedes elegir plantas que se complementen entre sí, que se beneficien mutuamente o que se repelan las plagas. Esto se conoce como asociación de cultivos, y existen muchas combinaciones posibles, como por ejemplo:
- Tomate, albahaca y lechuga.
- Zanahoria, cebolla y lechuga.
- Calabacín, maíz y judía.
- Fresa, menta y lechuga.
Puedes sembrar las plantas directamente en el sustrato o germinarlas previamente en semilleros. Para ello, necesitas semillas ecológicas, que no hayan sido tratadas con productos químicos, y que sean de variedades locales o antiguas, que conserven su sabor y su valor nutricional. Puedes comprar las semillas o recolectarlas tú mismo de las plantas que ya hayas cultivado.
Riega con moderación y eficiencia
El riego es una de las tareas más importantes y delicadas del huerto urbano, ya que de él depende el crecimiento y la salud de las plantas. Debes regar con la frecuencia y la cantidad adecuadas, según las necesidades de cada planta, la estación del año y las condiciones climáticas. Lo mejor es regar por la mañana o por la tarde, evitando las horas de más calor, y mojando solo el sustrato, no las hojas. También debes evitar el encharcamiento y la sequedad, que pueden provocar enfermedades o estrés en las plantas.
Para ahorrar agua y energía, puedes utilizar sistemas de riego sostenibles, como el riego por goteo, que consiste en suministrar el agua de forma localizada y dosificada a través de tuberías y goteros. Este sistema reduce las pérdidas por evaporación y dispersión, y mantiene una humedad óptima en el suelo. Otra opción es el riego por capilaridad, que se basa en la capacidad de las plantas de absorber el agua a través de sus raíces. Este sistema consiste en colocar un depósito de agua debajo del sustrato, y conectarlo con unas mechas o tubos que transportan el agua hasta las plantas. Así, las plantas se riegan solas, según su demanda.
Mantén el huerto limpio y sano
El último paso es mantener el huerto urbano limpio y sano, eliminando las malas hierbas, las hojas secas, los frutos dañados y los residuos orgánicos. Estos elementos pueden ser fuente de plagas, enfermedades o competencia por los recursos. Para prevenir estos problemas, puedes aplicar medidas preventivas, como:
- Rotar los cultivos, cambiando de lugar las plantas cada temporada, para evitar el agotamiento del suelo y la propagación de patógenos.
- Cubrir el suelo con acolchado, una capa de materia orgánica, como paja, hojas o corteza, que protege el suelo de la erosión, la evaporación y las malas hierbas.
- Utilizar plantas repelentes, como el ajo, la lavanda o el romero, que ahuyentan a los insectos perjudiciales con su olor o su sabor.
- Fomentar la presencia de insectos beneficiosos, como las mariquitas, las abejas o las crisopas, que se alimentan de las plagas o las polinizan las flores. Para ello, puedes plantar flores, como la caléndula, la lavanda o el girasol, o instalar refugios, como casetas, hoteles o comederos.
Si a pesar de estas medidas, tu huerto sufre alguna plaga o enfermedad, puedes recurrir a remedios ecológicos, como infusiones, extractos o purines de plantas, que actúan como insecticidas, fungicidas o repelentes naturales. Algunos ejemplos son:
- Infusión de ortiga, que fortalece las defensas de las plantas y las protege de los hongos y los ácaros.
- Extracto de ajo, que elimina los pulgones, las cochinillas y los nematodos.
- Purín de cola de caballo, que previene el mildiu, el oídio y la roya.
Con estos consejos, podrás crear un huerto urbano sostenible, que te permitirá disfrutar de tus propias hortalizas, plantas y hierbas aromáticas cultivadas, sin dañar el medio ambiente ni gastar demasiado dinero. Además, podrás compartir tu experiencia con otras personas, y formar parte de una red de huertos urbanos que promueve la agricultura ecológica, la soberanía alimentaria y la educación ambiental.