Agroturismo familiar, una bonita forma de viajar y conocerse mejor
El agroturismo familiar es una modalidad de turismo rural que consiste en alojarse en una granja, una masía, una bodega o cualquier otro establecimiento vinculado al sector agrario. El objetivo es disfrutar de la naturaleza, el paisaje, la gastronomía y las actividades propias del campo, como la recolección de frutas, la elaboración de queso, la cata de vinos o el cuidado de los animales.
El agroturismo familiar tiene muchos beneficios para las familias que lo practican, tanto a nivel económico, ecológico, cultural como personal. Veamos algunos de ellos:
Ahorro: el agroturismo familiar suele ser más barato que otros tipos de alojamiento, ya que se aprovecha la infraestructura existente y se evitan los intermediarios. Además, al viajar cerca de casa, se reduce el gasto en transporte y se contribuye a la reducción de las emisiones de CO2.
Sostenibilidad: el agroturismo fomenta el respeto por el medio ambiente, la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad, y el apoyo a la economía local y al desarrollo rural. Al alojarse en una granja, se puede aprender sobre los ciclos de la naturaleza, el origen de los alimentos, el manejo de los residuos y el consumo responsable.
Aprendizaje: el agroturismo es una oportunidad para adquirir nuevos conocimientos y habilidades, tanto para los adultos como para los niños. Se puede interactuar con los agricultores y los artesanos, conocer su historia, su cultura, sus tradiciones y sus técnicas de trabajo. También se puede practicar el idioma de la zona, descubrir su patrimonio artístico y natural, y participar en talleres, visitas guiadas y otras actividades educativas.
Diversión: el agroturismo ofrece una alternativa de ocio diferente, saludable y divertida para toda la familia. Se puede disfrutar del aire libre, del contacto con los animales, de la tranquilidad y la desconexión, y de la convivencia con otras personas. Además, se puede aprovechar para practicar deportes, hacer senderismo, montar en bicicleta, hacer pícnic o jugar al aire libre.
Autoconocimiento: el agroturismo es una forma de viajar y conocerse mejor a uno mismo y a los suyos. Al estar en contacto con la naturaleza, se puede reflexionar sobre el sentido de la vida, los valores, las emociones y las aspiraciones. Al conocer el origen de los productos que consumimos, se puede valorar el trabajo de los demás, la calidad de lo que comemos y el impacto de nuestras acciones. Al descubrir la historia y la cultura de nuestra geografía, se puede apreciar la diversidad, la identidad y el orgullo de pertenecer a un lugar.
Agroturismo familiar en España
Hay muchos destinos de agroturismo en España y en el mundo, donde podrás alojarte en casas y hoteles rurales con encanto, participar en actividades relacionadas con el campo, la naturaleza y la gastronomía local, y disfrutar de la belleza, la diversidad y la autenticidad de cada lugar. ¡Aquí va nuestra pequeña selección!
Asturias: un paraíso natural que ofrece una gran variedad de paisajes, desde las montañas de los Picos de Europa hasta las playas del Cantábrico. Podrás disfrutar de la naturaleza, la sidra y el queso, así como de actividades como el senderismo, el descenso del Sella o la visita a cuevas prehistóricas.
Cataluña: una comunidad autónoma con una gran diversidad geográfica y cultural. Podrás alojarte en masías, antiguas casas rurales típicas de esta región. Podrás participar en actividades como la recolección de fruta, la elaboración de vino o la visita a monasterios, propias del agroturismo familiar. Podrás admirar la belleza de los Pirineos, la Costa Brava, el Delta del Ebro o el Parque Natural del Montseny.
Mallorca: una isla que cuenta con una rica herencia rural, basada en la agricultura, la ganadería y la artesanía. Podrás alojarte en antiguas fincas rurales, rodeadas de olivos, almendros y naranjos, y degustar los productos típicos de la isla, como el aceite, el vino o la sobrasada. Además, podrás explorar la Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, o visitar pueblos con encanto como Valldemossa, Deià o Sóller.
Navarra: una tierra de contrastes, donde conviven los verdes valles pirenaicos con las áridas Bardenas Reales. Podrás conocer la riqueza natural y cultural de esta comunidad autónoma, así como su gastronomía, basada en los productos de la huerta y el cordero. Podrás alojarte en caseríos tradicionales o en hoteles rurales con encanto.
País Vasco: una región con una fuerte identidad cultural y una gran diversidad paisajística. Podrás descubrir su patrimonio rural, formado por caseríos, bosques, prados y montañas. También podrás disfrutar de su gastronomía, famosa por sus pintxos, sus quesos y su txakoli. Podrás alojarte en casas ecológicas o en antiguas casas de labranza.