Los bosques en Extremadura, un tesoro natural por descubrir
Extremadura es una región que ofrece mucho más que monumentos históricos, gastronomía deliciosa y tradiciones culturales. También es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, que pueden disfrutar de una gran variedad de paisajes y ecosistemas. Entre ellos, destacan los bosques en Extremadura, que ocupan casi el 60% de su superficie y albergan una rica biodiversidad de flora y fauna.
Parque Nacional de Monfragüe: el santuario de las aves rapaces
Uno de los bosques en Extremadura más conocidos y visitados es el Parque Nacional de Monfragüe, situado entre las ciudades de Plasencia, Trujillo y Navalmoral de la Mata. Se trata de una de las mejores muestras de bosque y matorral mediterráneo del sur de Europa, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2003.
El Parque Nacional de Monfragüe es un lugar de referencia para los aficionados a la ornitología, ya que en sus cielos se pueden observar más de 200 especies de aves, sobre todo rapaces. Entre ellas, destacan el águila imperial ibérica, el buitre negro, el alimoche o la cigüeña negra. Además, el parque cuenta con otros atractivos naturales, como el río Tajo, que lo atraviesa formando espectaculares meandros, o el Salto del Gitano, una impresionante roca de 300 metros de altura.
Parque Natural Tajo Internacional: un espacio transfronterizo de cooperación
Otro de los bosques en Extremadura que merece la pena visitar es el Parque Natural Tajo Internacional, ubicado en el tramo del río Tajo que hace de frontera natural entre España y Portugal. Se trata de un proyecto de cooperación transfronteriza que tiene como objetivo proteger y potenciar los recursos naturales, culturales y turísticos de la zona.
El Parque Natural Tajo Internacional se extiende sobre una superficie de unas 50.000 hectáreas, de las cuales 25.000 corresponden al lado español y 26.000 al lado portugués. La vegetación predominante es la de monte mediterráneo, con encinas, alcornoques, retamas y jaras. Entre la fauna, se pueden avistar especies como el lince ibérico, el ciervo, el jabalí, el buitre leonado o la cigüeña blanca. Además, el parque ofrece la posibilidad de realizar actividades de turismo activo, como senderismo, cicloturismo, piragüismo o paseos en barco.
Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara: un patrimonio geológico único
Un caso singular entre los bosques en Extremadura es el Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, que abarca una zona de más de 2.500 km2 en el noreste de la provincia de Cáceres. Se trata de un espacio natural que destaca por su extraordinario patrimonio geológico, que refleja la historia de la Tierra a lo largo de más de 600 millones de años.
El Geoparque Villuercas-Ibores-Jara cuenta con más de 40 geositios, lugares de interés geológico que muestran fenómenos como pliegues, fallas, fósiles, cuevas, cascadas o minas. Entre ellos, sobresalen el Risco de La Villuerca, el punto más alto de la zona con 1.601 metros de altitud, el Valle del Viejas, un impresionante cañón fluvial, o la Cueva de Castañar de Ibor, una de las más bellas de España por sus formaciones de cristales de calcita.. Además, el geoparque alberga una gran diversidad de ecosistemas, con bosques de castaños, robles, alisos, encinas o alcornoques, y una rica fauna, con especies como el águila real, el buitre negro, el lince ibérico o el murciélago mediterráneo.
Parque Natural de Cornalvo: el legado romano en la naturaleza
Otro de los bosques en Extremadura que no hay que perderse es el Parque Natural de Cornalvo, situado a unos 15 km de Mérida. Se trata de un espacio natural que combina el valor ecológico con el histórico, ya que en su interior se encuentra el embalse romano más antiguo, mejor conservado y en funcionamiento de toda Europa.
El Parque Natural de Cornalvo tiene una superficie de unas 11.000 hectáreas, de las cuales más de 1.000 corresponden al embalse, que fue construido en el siglo I d.C. para abastecer de agua a la ciudad de Emerita Augusta. El embalse es el hábitat de numerosas especies de aves acuáticas, como el ánade real, el somormujo lavanco, la garza real o el martín pescador. El resto del parque se compone de dehesas de encinas y alcornoques, donde se pueden observar mamíferos como el jabalí, el zorro, el tejón o el meloncillo.
La Siberia: el paraíso de los embalses
Por último, no podemos dejar de mencionar uno de los bosques en Extremadura más desconocidos y sorprendentes: La Siberia, una comarca situada al este de la provincia de Badajoz, que debe su nombre a su clima frío y a su aislamiento histórico. Sin embargo, lejos de ser una zona inhóspita, La Siberia es un paraíso de agua y naturaleza, con más de una docena de embalses que forman paisajes espectaculares.
La Siberia fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2019, reconociendo su valor ecológico, cultural y turístico. Entre sus atractivos, se encuentran el embalse de Orellana, el único de España con bandera azul por la calidad de sus aguas y sus servicios, el embalse de García Sola, que ofrece la posibilidad de practicar deportes náuticos o el embalse de La Serena, el más grande de España y el segundo de Europa. Además, La Siberia cuenta con una rica flora y fauna, con bosques de encinas, alcornoques, pinos, olivos o naranjos, y especies como el águila imperial ibérica, el buitre negro, el lince ibérico, el ciervo, el jabalí o el cangrejo rojo americano.
Como hemos visto, los bosques en Extremadura son un tesoro natural por descubrir, que ofrecen una gran diversidad de paisajes, ecosistemas, especies y actividades para disfrutar. Si te gusta el turismo rural, el contacto con la naturaleza y la aventura, no dudes en visitar alguno de estos parques naturales de Extremadura. Te sorprenderán y te enamorarán.