Invernadero casero: cómo hacerlo y empezar
Un invernadero es una estructura que te permite cultivar plantas durante todo el año, protegiéndolas de las condiciones climáticas adversas. Además, un invernadero te permite ahorrar dinero y asegurarte de que tus plantas sean 100% ecológicas. Construir tu propio invernadero puede ser un proyecto divertido y gratificante, y no tiene por qué ser muy caro ni complicado. En este artículo te explicaremos cómo hacerlo paso a paso, con algunos consejos y ejemplos.
Invernadero casero: qué necesito
Antes de empezar a construir tu invernadero, debes tener en cuenta algunos aspectos importantes:
- La ubicación: elige un lugar que reciba suficiente luz solar, preferiblemente orientado al sur y con más sol por la mañana que por la tarde. Evita las zonas con sombra de árboles o edificios, especialmente en invierno. También elige un lugar con buen drenaje y acceso a electricidad, si vas a usar algún sistema de calefacción o ventilación.
- El tamaño: el tamaño de tu invernadero dependerá del espacio disponible y del tipo de plantas que quieras cultivar. Mientras más grande sea el invernadero, más costoso será construirlo y mantenerlo. El tamaño más común es de 2.4 por 1.8 m (8 por 6 pies), pero puedes adaptarlo a tus necesidades.
- La estructura: la estructura es el armazón que sostiene la cubierta del invernadero. Puedes hacerla con diferentes materiales, como madera, metal o PVC. Lo importante es que sea resistente y duradera. También puedes comprar un kit de invernadero que ya incluya la estructura y las instrucciones de montaje.
- La cubierta: la cubierta es el material que recubre la estructura y crea el efecto invernadero. Puede ser de plástico, vidrio o policarbonato. Cada material tiene sus ventajas e inconvenientes en cuanto a transparencia, aislamiento, durabilidad y precio. El plástico es el más barato y fácil de instalar, pero se deteriora más rápido. El vidrio es el más transparente y estético, pero se rompe más fácilmente y es más pesado. El policarbonato es el más resistente y aislante, pero también el más caro y opaco.
Invernadero casero: paso a paso
Una vez que tengas los materiales necesarios, puedes seguir estos pasos para construir tu propio invernadero:
- Prepara el terreno: limpia y nivela el área donde vas a instalar el invernadero. Si es necesario, rellena los huecos o desniveles con tierra o grava. También puedes hacer una base con listones de madera o bloques de hormigón para elevar el invernadero y evitar la humedad.
- Monta la estructura: sigue las instrucciones del kit de invernadero o haz tu propia estructura con los materiales elegidos. Puedes hacer una forma rectangular, cuadrada o circular, según tu preferencia. Lo importante es que quede firme y estable. Usa conectores, tornillos o pegamento para unir las piezas. También puedes reforzar la estructura con cables o cuerdas.
- Coloca la cubierta: extiende el material de cubierta sobre la estructura y fíjalo con grapas, clavos o cinta adhesiva. Asegúrate de que quede bien tenso y sin arrugas ni huecos. Recorta el exceso de material con unas tijeras o un cúter.
- Instala las puertas y ventanas: corta el material de cubierta donde quieras poner las puertas y ventanas del invernadero. Puedes usar marcos de madera o metal para hacer los huecos y colocar bisagras y pestillos para abrir y cerrar las aberturas. También puedes usar cremalleras o velcro para hacer puertas y ventanas más simples.
- Controla la temperatura: para mantener una temperatura óptima en el invernadero, puedes usar algunos sistemas de calefacción o ventilación. Por ejemplo, puedes instalar un termostato, un ventilador, un calentador o un humidificador. También puedes usar métodos más naturales, como abrir y cerrar las puertas y ventanas según el clima, colocar botellas de agua o bidones de metal pintados de negro para absorber y liberar calor, o usar mantas térmicas o burbujas de aire para aislar el invernadero.
Ejemplos de invernaderos caseros
Aquí te mostramos algunos ejemplos de invernaderos caseros que puedes hacer con materiales reciclados o de bajo costo:
- Invernadero tipo túnel: este es uno de los invernaderos más simples y económicos de hacer. Solo necesitas unos tubos de PVC, cañas o varillas metálicas para hacer unos arcos que luego cubrirás con plástico. Puedes hacerlo del tamaño que quieras y colocarlo sobre un bancal elevado o directamente sobre el suelo.
- Invernadero plegable: este es un invernadero muy práctico y versátil, ya que se puede abrir y cerrar según la necesidad. Consiste en hacer un marco de madera con bisagras que se pueda doblar como un acordeón. Luego se cubre con plástico y se coloca sobre las plantas que se quieran proteger.
- Invernadero domo: este es un invernadero muy original y estético, que tiene forma de cúpula geodésica. Se hace con varillas metálicas o de bambú que se unen formando triángulos. Luego se cubre con plástico o policarbonato y se deja una abertura para la entrada. Este invernadero aprovecha muy bien el espacio y la luz solar.
- Invernadero con botellas: este es un invernadero muy ecológico y creativo, que se hace con botellas de plástico recicladas. Se cortan las botellas por la base y se ensartan unas dentro de otras formando filas. Luego se unen las filas con alambre o cuerda y se colocan sobre una estructura de madera o metal. Este invernadero es muy resistente y colorido.
Esperamos que esta guía te haya sido útil para construir tu propio invernadero casero. Recuerda que puedes adaptar el diseño, el tamaño y los materiales a tu gusto y presupuesto. Lo importante es que disfrutes del proceso y del resultado, y que cuides de tus plantas durante todo el año.
¿Qué plantas puedo cultivar en mi invernadero?
En tu invernadero puedes cultivar una gran variedad de plantas, tanto ornamentales como comestibles. Algunas de las plantas que mejor se adaptan al cultivo en invernadero son:
- Tomates: los tomates son plantas que necesitan calor y sol para crecer y madurar. En el invernadero puedes cultivarlos desde la primavera hasta el otoño, y cosechar tomates de diferentes tamaños, formas y colores.
- Pimientos: los pimientos también son plantas que se originan en regiones cálidas y que requieren una temperatura mínima de 15°C para germinar. En el invernadero puedes cultivar pimientos dulces o picantes, de diferentes colores y sabores.
- Lechugas: las lechugas son plantas que se pueden cultivar durante todo el año en el invernadero, siempre que se mantenga una temperatura moderada y una buena humedad. Puedes elegir entre diferentes variedades de lechuga, como la romana, la iceberg o la rizada.
- Hierbas aromáticas: las hierbas aromáticas son plantas que aportan sabor y aroma a tus platos y que también tienen propiedades medicinales. En el invernadero puedes cultivar hierbas como el perejil, el cilantro, el orégano, el tomillo o la menta.
- Fresas: las fresas son frutos rojos que se pueden cultivar en el invernadero desde finales de invierno hasta principios de verano. Las fresas necesitan una buena iluminación y un suelo rico en materia orgánica. Puedes cultivarlas en macetas o en cestas colgantes.
- Espinacas: las espinacas son plantas que se pueden cultivar en el invernadero durante el invierno, ya que resisten bien el frío y las heladas. Las espinacas son ricas en hierro y vitaminas, y se pueden consumir crudas o cocinadas.
- Brócoli: el brócoli es una planta que pertenece a la familia de las coles y que se puede cultivar en el invernadero desde el otoño hasta la primavera. El brócoli necesita una temperatura fresca y un suelo bien abonado. Se puede cosechar cuando las inflorescencias están compactas y verdes.
- Alcachofa: la alcachofa es una planta que se puede cultivar en el invernadero desde finales de verano hasta principios de primavera. La alcachofa necesita un suelo profundo y fértil, y un riego regular. Se puede cosechar cuando los capullos están cerrados y tiernos.
Estas son solo algunas de las plantas que puedes cultivar en tu invernadero, pero hay muchas más opciones. Lo importante es que elijas las plantas que más te gusten y que se adapten a las condiciones de tu invernadero. Así podrás disfrutar de tus propias plantas durante todo el año.
Invernadero casero: evita estos problemas comunes
Construir y mantener un invernadero puede tener algunos problemas que debes conocer y prevenir. Algunos de los problemas más comunes son:
- El exceso o la falta de temperatura: el invernadero debe mantener una temperatura adecuada para el desarrollo de las plantas, ni demasiado fría ni demasiado caliente. Para ello, debes controlar la ventilación, el aislamiento y la calefacción del invernadero, y usar un termómetro para medir la temperatura. También puedes usar cortinas o sombreadores para reducir la entrada de luz solar directa en verano.
- El exceso o la falta de humedad: el invernadero debe mantener una humedad relativa entre el 50% y el 80%, según el tipo de planta. Una humedad demasiado alta puede favorecer la aparición de hongos y enfermedades, mientras que una humedad demasiado baja puede provocar la deshidratación y el marchitamiento de las plantas. Para controlar la humedad, debes regular el riego, la ventilación y el humidificador del invernadero, y usar un higrómetro para medir la humedad.
- Las plagas y las enfermedades: el invernadero puede ser un refugio para insectos, ácaros, nematodos y otros organismos que pueden dañar las plantas o transmitirles enfermedades. Algunas de las plagas más comunes son los áfidos, los trips, las cochinillas, las arañas rojas y los pulgones. Algunas de las enfermedades más comunes son el mildiú, el oídio, la botritis y la fusariosis. Para prevenir y combatir las plagas y las enfermedades, debes mantener el invernadero limpio y desinfectado, eliminar las plantas enfermas o dañadas, usar trampas o barreras físicas, y aplicar productos ecológicos o biológicos como el jabón potásico, el aceite de neem o los insecticidas naturales.
- Los problemas estructurales: el invernadero puede sufrir daños por el viento, la lluvia, la nieve o el granizo, que pueden afectar a la estructura o a la cubierta. También puede haber problemas con el sistema eléctrico, el sistema de riego o el sistema de calefacción. Para evitar estos problemas, debes revisar periódicamente el estado del invernadero y reparar cualquier desperfecto lo antes posible. También debes asegurarte de que el invernadero esté bien anclado al suelo y que tenga una buena resistencia al clima.
- Los problemas ambientales: el invernadero puede generar residuos plásticos que contaminen el suelo o el mar si no se gestionan adecuadamente. También puede contribuir al efecto invernadero negativo si se usa demasiada energía o se emiten gases de efecto invernadero. Para minimizar estos problemas, debes reciclar o reutilizar los materiales del invernadero cuando sea posible, usar fuentes de energía renovables o eficientes, y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estos son algunos de los problemas que puedes tener con tu invernadero, pero no te desanimes. Con un poco de cuidado y atención, podrás disfrutar de tu invernadero sin mayores complicaciones.