Cómo se elabora el vino
El vino es una bebida alcohólica elaborada a partir de la fermentación de la uva. Su elaboración es un proceso complejo que implica varias etapas y requiere una gran cantidad de esfuerzo y dedicación para asegurar su calidad y sabor.
La primera etapa en la elaboración del vino es la cosecha de las uvas. La elección del momento adecuado para la cosecha es crucial ya que una uva madura y sana es esencial para obtener un vino de calidad. La cosecha se realiza a mano o con la ayuda de maquinaria especializada. Una vez cosechadas, las uvas son llevadas rápidamente a la bodega para evitar su deterioro.
Una vez en la bodega, las uvas son sometidas a un proceso de despalillado y estrujado. El despalillado consiste en eliminar los raspones y ramas de las uvas, mientras que el estrujado es el proceso mediante el cual se extrae el mosto de las uvas. El mosto es el líquido obtenido de las uvas tras el estrujado, que luego será sometido a la fermentación.
La fermentación es el proceso mediante el cual el azúcar presente en el mosto se convierte en alcohol. Esta fermentación puede ser llevada a cabo de forma natural o con la ayuda de levaduras seleccionadas. Durante este proceso, también se producen diferentes compuestos orgánicos que aportan características organolépticas al vino, como el aroma y el sabor.
Una vez finalizada la fermentación, el vino es sometido a un proceso de clarificación para eliminar las impurezas y sedimentos que pueden haber quedado en el líquido. Este proceso puede ser llevado a cabo de forma natural o mediante la utilización de diferentes técnicas químicas.
El vino obtenido a través de estos procesos se almacena en barricas de roble para su crianza. Durante este proceso, el vino adquiere características organolépticas y aromáticas gracias al contacto con el roble y la evolución del mismo.
¿Cuál es el tiempo que debe madurar un vino?
Dependiendo del tiempo de envejecimiento en barrica, el vino tendrá una madurez u otra. Las clasificaciones principales del vino son:
- Joven: hasta 6 meses de envejecimiento en barrica.
- Crianza: hasta 2 años (24 meses) de envejecimiento, de los cuales habrá estado en barrica de roble un mínimo de 6 meses y hasta 12 meses.
- Reserva: hasta 3 años (36 meses) de envejecimiento, los cuales 18 meses son en barrica y 2 años de reposo en botella.
- Gran Reserva: hasta 5 años de envejecimiento, los cuales 18 meses son en barrica de roble y el resto en botella.
Por último, el vino es embotellado y etiquetado para su distribución y venta. Es importante mencionar que cada vino tiene sus propias características y requisitos de conservación, por lo que es importante seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto a la almacenamiento y el consumo. Te recomendamos visitar bodegas de proximidad y sostenibles en Origen.